COMO ACTÚA EL REIKI CONTRA LA DEPRESIÓN
Corto Plazo: Efecto paliativo. Alivia los síntomas de la depresión, el cansancio, el estrés, etc. Además, sube los niveles energéticos del paciente. Este efecto se suele notar a partir de la primera sesión.
Medio Plazo: Eliminación de la enfermedad. Trabaja sobre la enfermedad en sí, mediante varias sesiones que pueden variar desde 4 sesiones hasta varios
.Corto Plazo: Efecto paliativo. Alivia los síntomas de la depresión, el cansancio, el estrés, etc. Además, sube los niveles energéticos del paciente. Este efecto se suele notar a partir de la primera sesión.
Medio Plazo: Eliminación de la enfermedad. Trabaja sobre la enfermedad en sí, mediante varias sesiones que pueden variar desde 4 sesiones hasta varios
meses, dependiendo de la gravedad de la depresión.
Largo Plazo: Sanación de la causa. Consideramos que las enfermedades tienen un origen emocional o de desequilibrio del ser. La experiencia demuestra que para una solución definitiva se debe investigar el origen de dicha enfermedad para evitar que vuelva a ocurrir.
A corto plazo, Reiki “recarga las pilas” del paciente y como tratamiento inicial de emergencia es sumamente eficaz. Esto es debido a que una depresión suele tener como resultado una bajada de los niveles energéticos de la persona.
Una persona deprimida se siente cansada, baja en energías, sin ganas de afrontar el mundo. Reiki canaliza la energía que nos rodea hacia el paciente, aumentando su fuerza personal y sus ganas de vivir y seguir luchando. Al mismo tiempo nos equilibra, permitiéndonos visualizar nuestros problemas en un marco más realista.
A largo plazo, Reiki empieza a trabajar con la causa del problema y no sólo los síntomas. Aún cuando la causa parece estar fuera de nuestro control (un problema laboral, por ejemplo). Reiki nos ayuda a cambiar nuestra actitud hacia esa causa.
Desde el punto de vista de Reiki, una depresión no es causada por un problema, sino nuestra actitud frente a ello o nuestra manera de verlo. Lo curioso es que en muchas ocasiones, cuando cambia nuestra actitud, el problema en sí desaparece, aún siendo “externo”. Cuando aprendes Reiki, cambia tu actitud hacia la vida y curiosamente, los problemas externos parecen desaparecer también.
Ingrid Rodríguez gracias por tu aporte
Largo Plazo: Sanación de la causa. Consideramos que las enfermedades tienen un origen emocional o de desequilibrio del ser. La experiencia demuestra que para una solución definitiva se debe investigar el origen de dicha enfermedad para evitar que vuelva a ocurrir.
A corto plazo, Reiki “recarga las pilas” del paciente y como tratamiento inicial de emergencia es sumamente eficaz. Esto es debido a que una depresión suele tener como resultado una bajada de los niveles energéticos de la persona.
Una persona deprimida se siente cansada, baja en energías, sin ganas de afrontar el mundo. Reiki canaliza la energía que nos rodea hacia el paciente, aumentando su fuerza personal y sus ganas de vivir y seguir luchando. Al mismo tiempo nos equilibra, permitiéndonos visualizar nuestros problemas en un marco más realista.
A largo plazo, Reiki empieza a trabajar con la causa del problema y no sólo los síntomas. Aún cuando la causa parece estar fuera de nuestro control (un problema laboral, por ejemplo). Reiki nos ayuda a cambiar nuestra actitud hacia esa causa.
Desde el punto de vista de Reiki, una depresión no es causada por un problema, sino nuestra actitud frente a ello o nuestra manera de verlo. Lo curioso es que en muchas ocasiones, cuando cambia nuestra actitud, el problema en sí desaparece, aún siendo “externo”. Cuando aprendes Reiki, cambia tu actitud hacia la vida y curiosamente, los problemas externos parecen desaparecer también.
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