CUANDO EL GUERRERO DE LUZ SE HACE INVISIBLE
Cuando El guerrero de luz se hace invisible
Tenía cierta información de que cuando un guerrero de luz se encamina en su despertar y va descubriendo su verdadera identidad, su propósito de vida y demás, llega el momento que comienza ser invisible. Una y otra vez me cuestionaba cómo y porqué, hasta que simplemente llegó el momento en que me transformé en INVISIBLE, sí, invisible hacia los ojos de los demás. Trataré de explicárselos con palabras, en antes y después. Yo siempre había sido una mujer que marcaba diferencia entre las personas y simplemente con la presencia decía mucho, y cuando hablaba mucho más, tuve muchas amistades, fui siempre solicitada para todo y en todo, familia, trabajo, amistades en fin, hasta uno que otro enamorado; esta situación me llevaba muchas veces a no tener tiempo para mi, para mis proyectos, en resumen para vivir mi propia vida, porque siempre estaba realizando cosas para los demás sin importarme. Hoy debo decir que algunas cosas han cambiado, no todas, porque todavía hago mucho por los demás, pero hay diferencias, como por ejemplo: nadie se da cuenta que estoy; cuando hablo pareciera que soltara palabras al viento, que hablo en idioma diferente al resto; los demás no miran lo que yo veo, aquel que me interesa no se da cuenta de mi presencia; es decir estoy pero no estoy: hay personas que considero mucho, pero que para ellas no significo lo mismo; pueden pasar un mes dos o más sin que mi teléfono suene, sin que me llegue un mensaje, para toda las personas que conozco y que creí que serían amigas para siempre resulta que siguen allí, pero yo no soy parte de sus vidas, y esto no debe de molestarme o preocuparme porque soy consciente que mi realidad ha cambiado, que la vida la veo diferente y que las cosas que me hacen feliz son tan simples que a los ojos de otros es cursi o sin sentido. Pero reconozco que todavía tengo nostalgias y hay veces que la soledad que siento entre las personas me entristece, son momentos en que quisiera que todos estemos unidos por la energía del AMOR, compartir la alegría que me brinda mis sentidos frente a la naturaleza. El sol y las estrellas pasaron a ser mi centro de atracción y atención, los arboles, las flores, el viento que pega en mi cara, la lluvia, el frió y el calor. Pero eso a pocos les interesa y mi soledad se agranda entre las personas y voy volviéndome invisible, hablo conmigo más que antes, me pregunto y me contesto, me río y a veces lloro. Es entonces cuando habló con mis hermanos superiores y les pido y les recuerdo que yo estoy aquí y ahora, y esto de ser invisible no es tan fácil.
Quise hablar de ello porque sé que muchos están pasando por lo mismo y también sé que no es fácil, porque todavía nos duele y nos entristece que nuestros seres queridos y las personas que nos rodean no sepan lo que nos esta sucediendo, que a medida que despertamos, abrimos más el corazón y el amor se hace un río que corre por dentro y esperamos que todo pase rápido, que no nos miremos con indiferencia, que seamos más solidarios, más compartidos, más tolerantes y menos, mucho menos egoístas.
Mis queridos hermanos/as si sienten que se están volviendo invisible, no se preocupen, es parte del proceso, sientan felicidad porque es señal que se están haciendo más humilde y más sabios, que esto les pasa a los guerreros de luz, a los que vinieron a irradiar y dar ejemplo, para que con humildad, en silencio llevemos a cabo nuestra misión como lo hizo nuestro hermano Jesús. No están solos, somos mucho más y les abro mi corazón y les doy un abrazo lleno de amor, estoy para escuchar y para hablar si así lo quieres.
Marina
Tenía cierta información de que cuando un guerrero de luz se encamina en su despertar y va descubriendo su verdadera identidad, su propósito de vida y demás, llega el momento que comienza ser invisible. Una y otra vez me cuestionaba cómo y porqué, hasta que simplemente llegó el momento en que me transformé en INVISIBLE, sí, invisible hacia los ojos de los demás. Trataré de explicárselos con palabras, en antes y después. Yo siempre había sido una mujer que marcaba diferencia entre las personas y simplemente con la presencia decía mucho, y cuando hablaba mucho más, tuve muchas amistades, fui siempre solicitada para todo y en todo, familia, trabajo, amistades en fin, hasta uno que otro enamorado; esta situación me llevaba muchas veces a no tener tiempo para mi, para mis proyectos, en resumen para vivir mi propia vida, porque siempre estaba realizando cosas para los demás sin importarme. Hoy debo decir que algunas cosas han cambiado, no todas, porque todavía hago mucho por los demás, pero hay diferencias, como por ejemplo: nadie se da cuenta que estoy; cuando hablo pareciera que soltara palabras al viento, que hablo en idioma diferente al resto; los demás no miran lo que yo veo, aquel que me interesa no se da cuenta de mi presencia; es decir estoy pero no estoy: hay personas que considero mucho, pero que para ellas no significo lo mismo; pueden pasar un mes dos o más sin que mi teléfono suene, sin que me llegue un mensaje, para toda las personas que conozco y que creí que serían amigas para siempre resulta que siguen allí, pero yo no soy parte de sus vidas, y esto no debe de molestarme o preocuparme porque soy consciente que mi realidad ha cambiado, que la vida la veo diferente y que las cosas que me hacen feliz son tan simples que a los ojos de otros es cursi o sin sentido. Pero reconozco que todavía tengo nostalgias y hay veces que la soledad que siento entre las personas me entristece, son momentos en que quisiera que todos estemos unidos por la energía del AMOR, compartir la alegría que me brinda mis sentidos frente a la naturaleza. El sol y las estrellas pasaron a ser mi centro de atracción y atención, los arboles, las flores, el viento que pega en mi cara, la lluvia, el frió y el calor. Pero eso a pocos les interesa y mi soledad se agranda entre las personas y voy volviéndome invisible, hablo conmigo más que antes, me pregunto y me contesto, me río y a veces lloro. Es entonces cuando habló con mis hermanos superiores y les pido y les recuerdo que yo estoy aquí y ahora, y esto de ser invisible no es tan fácil.
Quise hablar de ello porque sé que muchos están pasando por lo mismo y también sé que no es fácil, porque todavía nos duele y nos entristece que nuestros seres queridos y las personas que nos rodean no sepan lo que nos esta sucediendo, que a medida que despertamos, abrimos más el corazón y el amor se hace un río que corre por dentro y esperamos que todo pase rápido, que no nos miremos con indiferencia, que seamos más solidarios, más compartidos, más tolerantes y menos, mucho menos egoístas.
Mis queridos hermanos/as si sienten que se están volviendo invisible, no se preocupen, es parte del proceso, sientan felicidad porque es señal que se están haciendo más humilde y más sabios, que esto les pasa a los guerreros de luz, a los que vinieron a irradiar y dar ejemplo, para que con humildad, en silencio llevemos a cabo nuestra misión como lo hizo nuestro hermano Jesús. No están solos, somos mucho más y les abro mi corazón y les doy un abrazo lleno de amor, estoy para escuchar y para hablar si así lo quieres.
Marina
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