HADAS
INTRODUCCIÓN
Los niños pequeños antes de los siete años están llenos de sencillez y verdadera belleza Interior. En su etapa más inocente y pura, conocen y están en contacto con ese mundo mágico y real de los espíritus, porque interactúan fácilmente entre el mundo real y el mundo sobrenatural. No es así en etapas posteriores. Lamentablemente, el mundo tecnológico y materialista de hoy paula
INTRODUCCIÓN
Los niños pequeños antes de los siete años están llenos de sencillez y verdadera belleza Interior. En su etapa más inocente y pura, conocen y están en contacto con ese mundo mágico y real de los espíritus, porque interactúan fácilmente entre el mundo real y el mundo sobrenatural. No es así en etapas posteriores. Lamentablemente, el mundo tecnológico y materialista de hoy paula
tinamente obliga al niño a que su vida espiritual pierda fuerza. Entonces, a medida que va creciendo, el individuo deja de estar en contacto con los espíritus. Existen unos seres espirituales especiales que se contactan con los niños. Estos seres invisibles de la cuarta dimensión (hadas) enseñan a los niños que existe una manera de lograr metas mediante el amor; al contrario de los medios de comunicación que, desde muy temprano, enseñan a conseguir cosas a fuerza de violencia Las hadas son capaces de hacer cambios en el mundo natural cuando así lo creen conveniente. En este mundo real, normalmente no las vemos; pero sí el resultado de sus acciones. Por ejemplo, de pronto una flor se abre para poder sentir su perfume. O los hechos cambian extrañamente para satisfacer las necesidades de alguien. A veces en este mundo real, su cercanía hace que las cosas tienden a cambiar de lugar o desaparecer. Puede haber ráfagas de viento o remolinos de polvo aun cuando no hay motivo alguno. Algunos logramos ver luces pequeñas. O, con el rabillo del ojo, nos parece ver que alguien se desliza silenciosamente en nuestras habitaciones. Probablemente son ellas. Sólo los clarividentes suficientemente preparados y con ayuda de sus facultades pueden detectarlas.
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